Este adjetivo se usa principalmente como un insulto hoy en día, según el ‘DLE’ para referirnos a alguien «tonto o corto de entendimiento» o «engreído sin fundamento para ello». Sin embargo, muy poco tiene que ver esto con el origen etimológico de la palabra, que llegó al español a través del latín ‘idiota, ‑ae’, desde el original griego ἰδιώτης.
Hoy echaremos un vistazo a la etimología de «idiota» y por qué del egoísmo se pasó a la idiotez.