Cualquier hispanohablante sabe sin titubeos que son cinco las vocales, como todo el mundo sabe: a, e, i, o, u. En español la correspondencia de letras y de fonemas vocálicos es simétrica.
Sin embargo, tenemos que preguntarnos cómo hemos llegado a esta situación desde las diez vocales que tenía el latín y por qué la mayoría de las lenguas romances tienen, al menos, siete.