Los romanos pusieron pie en la península ibérica en el año 218 a. C. para poner freno a la expansión cartaginesa durante la segunda guerra púnica. Aunque Hispania se romanizaría (y latinizaría) con relativa rapidez, es evidente que antes del desembarco de los legionarios de Gneo Cornelio Escipión ya había allí otras personas y que estas hablaban sus propias lenguas no latinas, es decir, lenguas prerromanas.
Sustrato, superestrato y adstrato
En la evolución de una lengua, como el español desde el latín, intervienen no solo factores internos (la evolución del latín por sí mismo), sino también factores externos, es decir, la influencia causada por el contacto con otras lenguas.
Así pues, podemos decir que el español actual es el resultado no exclusivamente de la evolución del latín de la Hispania romana dentro de su propia burbuja, de forma aislada o autárquica, sino que también influyeron en su evolución otras lenguas con las que la lengua fue estando en contacto: prerromanas o paleohispánicas, visigodo, árabe, etc.
El lingüista italiano Graziadio Isaia Ascoli (siglo XIX) ideó una metáfora geológica de estratos lingüísticos, según la cual la relación de lenguas en contacto podía ser de sustrato, superestrato o adstrato.
Sustrato
La relación de sustrato hace referencia a la influencia que recibe una lengua que se superpone a otra. En nuestro caso, sería el latín respecto a las lenguas prerromanas: qué influencias ha recibido el latín de las lenguas paleohispánicas. En un principio, la relación de sustrato implica que la(s) lengua(s) de sustrato ha(n) desaparecido.
Esta desaparición de la lengua de sustrato (la que se encontraba primero) rara vez se da por un exterminio de sus hablantes —en ese caso probablemente no habría tiempo suficiente como para influir en la otra lengua—, sino que suelen ser los propios hablantes los que optan por abandonarla en favor de la otra —normalmente, son sus hijos los que la aprenden ya como lengua nativa—, pues la consideran la lengua que les ofrecerá más posibilidades en la nueva sociedad.
Un efecto de sustrato es el resultado de un proceso diacrónico de cambio de lengua en el que una comunidad, al abandonar su lengua materna y empezar a utilizar otra que le ha sido impuesta desde arriba —es decir, por otra comunidad más fuerte— transfiere rasgos de su lengua original a la nueva, por un proceso de admixtión. Frecuentemente se dice, por ejemplo, que el inglés irlandés tiene efectos de sustratos procedentes del gaélico irlandés.
Diccionario de sociolingüística, de Trudgill y Hernández Campoy
Aunque no se trata exactamente de una relación de sustrato, es similar al caso de los hispanoamericanos (p. ej. mexicanos) que emigraban a Estados Unidos y obligaban a sus hijos a comunicarse siempre inglés, llegando a veces incluso a no aprender nada de español.
Superestrato
La relación de superestrato es la contraria a la de sustrato: es la influencia de la lengua que llega nueva sobre la lengua que ya se encontraba en un determinado lugar. Sin embargo, la lengua advenediza acaba desapareciendo. Por ejemplo, las lenguas germánicas de los visigodos (etc.) que llegaron a la península ibérica fueron abandonadas, pero llegaron a tener influencia sobre el latín peninsular.
Término sociolingüístico opuesto al de sustrato, en el que el grupo que experimenta el cambio de lengua es más fuerte, como es el caso de los señores francos germanoparlantes del norte de Francia, quienes tuvieron que abandonar el uso del alemán no sin dejar su presencia en el francés moderno.
Diccionario de sociolingüística, de Trudgill y Hernández Campoy
Adstrato
La relación de adstrato (o parastrato) es la influencia de una lengua sobre otra, vecinas, como resultado de la convivencia en un determinado territorio. Se trata de adstrato cuando ninguna de las dos lenguas ha desaparecido. Aunque frecuentemente se habla de «sustrato vasco», probablemente sería más apropiado hablar de una relación de adstrato. También puede entenderse como adstrato la relación del árabe con los romances norteños durante la ocupación musulmana.
Término sociolingüístico empleado generalmente para referirse a situaciones en las que dos grupos de estatus muy similar entran en contacto y mutuamente se ejercen influencia en sus lenguas sin que llegue a haber cambio de lengua, siendo el resultado de este fenómeno conocido como área lingüística.
Diccionario de sociolingüística, de Trudgill y Hernández Campoy
Problemas de los estratos lingüísticos
Existe el peligro de recurrir a explicación por sustrato como un comodín para explicar lo que no se puede explicar de otra forma. Aunque la idea de los estratos es válida, no pueden explicar muchos aspectos que pretenden atribuirse a ellos.
Por ejemplo, desde una punto de partida simplista, puede pretenderse que las diferencias entre las diversas lenguas romances estén explicadas por las diversas lenguas de sustrato que hubiera en cada territorio. Sin embargo, los hechos de sustrato no justifican la mayoría de estas diferencias.
Los hechos de sustrato más fácilmente comprobables (y frecuentes) son los préstamos léxicos y las influencias fonéticas, mientras que la morfosintaxis apenas se deja influir.
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