Es probable que alguna vez hayas oído o incluso dicho tú mismo cosas como «a jierro», «la jambre», «estar jarto», etc., es decir, que has aspirado la ‹h›, letra que, como todo el mundo sabe, en español es muda y cuya escritura no es más que respeto a la etimología.
Contenidos sobre sociolingüística
Estos son los contenidos publicados hasta ahora en los que se trata o se menciona el tema en cuestión.
¿Por qué a los lingüistas nos gustan las faltas de ortografía?
Responderemos a una pregunta quizá chocante: ¿cuál es la utilidad de las faltas de ortografía? ¿Por qué a los lingüistas nos gustan estos errores? Las faltas de ortografía dan mucho más de sí que simplemente decir que algo está mal de acuerdo a unas normas artificiales que podrían ser más eficientes.
Historia del yeísmo: ¿por qué pronunciamos ‹y› y ‹ll› igual?
El yeísmo es un fenómeno de gran vitalidad que —muy probablemente— llegará a erradicar, en no muchas generaciones, a uno de los relativamente escasos fonemas del español, el fonema /ʎ/, históricamente representado por el dígrafo ‹ll›.
La diglosia en España
Mucha gente ha oído hablar de la diglosia, aplicada al mundo hispanohablante o, posiblemente, con ejemplos más prototípicos de diglosia como la del mundo árabe o el griego moderno. El término «diglosia» se refiere a las situaciones lingüísticas en las que se usan dos variedades distintas por parte de una misma comunidad de hablantes; cada una de esas variedades tiene un estatus muy diferente.
Como se sabe, en España, además del español, se habla catalán, gallego y vasco, además de diversos dialectos. Empezaremos con el caso de Galicia por ser especialmente complejo.
¿Por qué recoge el diccionario de la RAE «setiembre» y «otubre»?
Aunque pueda parecernos raro, hay razones por las que el diccionario de la RAE recoge «setiembre» y «otubre». Antes de indignarnos por semejante supuesto atropello contra la lengua, veámoslo desde el punto de vista de la gramática histórica…