El 20 % de las reglas explica el 80 % de los cambios. Vamos a hablar de evolución y productividad lingüísticas, cronología relativa y, por supuesto, vamos a ver ejemplos de cómo todo esto ha dado con la lengua española que conocemos hoy en día.
Contenidos sobre productividad
Estos son los contenidos publicados hasta ahora en los que se trata o se menciona el tema en cuestión.
La productividad lingüística: diga «tuitear», no «tuitir»
¿Existen reglas sobre cuándo un verbo está en qué conjugación? Hay ciertas terminaciones especializadas para la creación de nuevos verbos. ¿Cuál es su origen? ¿Por qué la 3.ª conjugación no aparece entre ellas? ¿Por qué nos suena tan mal dicha conjugación en verbos nuevos? En definitiva, y aparte del «me suena mal», ¿habría alguna justificación para descartar «tuitir» en favor de «tuitear»?
Estas preguntas (y más) las responderemos desde el punto de vista lingüístico.
El infrecuente participio de futuro español
El participio de futuro es una herencia culta y reducidísima del latín, donde, al contrario que en los participios de presente (activo) y de pasado (pasivo), podemos encontrar participios de futuro activos y pasivos, cada uno con sus propios sufijos. En español, los infrecuentes casos que encontramos están ya completamente fosilizados como sustantivos o adjetivos.
El participio de presente español
Si existe un participio de pasado es lógico pensar que se contrapone a otro participio. En español existe un participio de presente. ¿Lo conoces?
Veremos las diferencias entre «amante», «amado», «amador», «el que ama», etc.