El 20 % de las reglas explica el 80 % de los cambios. Vamos a hablar de evolución y productividad lingüísticas, cronología relativa y, por supuesto, vamos a ver ejemplos de cómo todo esto ha dado con la lengua española que conocemos hoy en día.
Grafía: definición
Por «grafía» solemos referirnos al modo de representar por escrito los sonidos, con lo que puede en ocasiones ser sinónimo de «letra». En este blog, las grafías se representan con comillas angulares simples (‹ ›), por ejemplo:
(1) La ‹b› y la ‹v› representan el mismo fonema, /b/, en español.
(2) No parece correcto escribir ‹Catalunya› si estamos escribiendo en castellano.
En ocasiones es complicado separar la grafía del sonido, en cuyo caso podemos usar cursiva, o de la palabra, caso en el que podemos usar comillas angulares dobles (« »).
Boletín de lenguas para linguófilos
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Contenidos sobre grafía
Estos son los contenidos publicados hasta ahora en los que se trata o se menciona el tema en cuestión.
Detectives filológicos: reconstruyamos una palabra
Cuando hablamos de protoindoeuropeo, hablamos de una lengua reconstruida, es decir, de la que no hay (ni habrá jamás) testimonios escritos. ¿Cómo podemos hablar de una lengua de la que no tenemos constancia de ningún tipo y que incluso es probable que nunca haya existido como tal (es decir, nunca haya habido una población que hablara protoindoeuropeo tal y como los eruditos lo han reconstruido)?
En los inicios de la lingüística indoeuropea, los estudiosos hubieron de enfrentarse a la reconstrucción de raíces de esta supuesta lengua. Hoy nosotros vamos a intentar emular a estos lingüistas.
¿Por qué recoge el diccionario de la RAE «setiembre» y «otubre»?
Aunque pueda parecernos raro, hay razones por las que el diccionario de la RAE recoge «setiembre» y «otubre». Antes de indignarnos por semejante supuesto atropello contra la lengua, veámoslo desde el punto de vista de la gramática histórica…
No es tan mala idea hablar del lenguaje SMS en la escuela
En su momento internet ardió (de forma más o menos controlada) con la fotografía que un padre hizo al libro de Lengua de su hija, en el que se enseñaba a escribir en lenguaje SMS. La cuestión es que la fotografía está dando la vuelta por el internet español como muestra de aberración y tontunez, incluso de injustificado buenrollismo entre profesores y alumnos.
Planteémonos varias preguntas. ¿Sigue teniendo sentido el lenguaje SMS? ¿Deberíamos enseñarlo en la escuela?
Corrijamos errores básicos de pronunciación latina
A causa de la cantidad de gente —desde divulgadores no especializados hasta reconocidos filólogos con importantes publicaciones— que veo que comete diversos errores básicos de pronunciación, he decidido escribir este artículo para poner mi granito de arena en la complicada erradicación de ciertos vicios perpetuados de antiguo. Hoy hablaremos sobre todo de la pronunciación del latín.
¿Qué son los símbolos ˘ y ¯ que aparecen en el diccionario?
Cuando buscamos una palabra de origen latino en el ‘Diccionario de la lengua española’, es frecuente que al principio de la entrada, en la parte etimológica, el diccionario señale de qué étimo latino proviene. Por lo general —cuando es relevante, según lo que explicaremos más adelante—, el ‘DLE’ incluye un par de símbolos encima de algunas vocales, concretamente ˘ y ¯. Estos símbolos indican la cantidad de las vocales en latín.
Veamos qué son…
El veloz murciégalo comía almóndigas con el crocodilo
No hace falta ser filólogo para criticar los usos y costumbres de la lengua ni —digámoslo así— las normas de la RAE; lo que sí sería menester es, antes de escribir sobre lengua en un blog el miriadésimo artículo criticando que haya tal o cual palabra incluida en el diccionario, como «murciégalo» o «almóndiga», investigar un poco, porque, por mucho que guste por norma general criticar a los académicos, lo que hacen suelen hacerlo por alguna u otra razón, por muy arcana y sibilina que pueda parecer.
¡Hay más etimologías! Aquí unas cuantas:
prosodia ✦ mucho ✦ nave, navío ✦ serpiente ✦ decapitar ✦ martes ✦ habemos ✦ imbécil ✦ máquina ✦
Ahora en serio: ¿para qué sirven el latín y el griego hoy en día?
Muchos ya conocerán la preguntita, quizá por haberla recibido a menudo, quizá por haberla formulado ellos mismos: ¿y eso para qué sirve? Para responder a esta pregunta, muchos profesores, estudiosos y simples aficionados han escrito cantidad de artículos que, en mi opinión, suelen quedarse en lo superficial, en lo anecdótico, todos resumibles en que el latín y el griego sirven para conocer las etimologías de las palabras del castellano. Suelen estar estos artículos trufados de ejemplos de etimologías efectivamente curiosas, así como anécdotas ocurrentes.
Yo, como filólogo clásico, contribuiré con otro artículo más, aunque intentaré —que no sé si lo conseguiré— dar una visión más realista y útil, tomando, remozando y añadiendo argumentos a favor de la enseñanza de las lenguas clásicas.
¿De dónde viene tanta confusión con ‹b› y ‹v› en español?
Veamos la historia de la confusión, realmente milenaria, entre b y v. ¿Se pronuncian igual o diferente en español? Si se pronuncian igual, ¿por qué se escriben diferente? ¿Es más culto, mejor, distinguir estas dos grafías en la pronunciación (así me lo enseñaron en los dictados de la escuela)?
Latinajos que se suelen emplear, escribir o pronunciar mal
A todos nos gusta soltar de vez en cuando un latinajo, como se suele decir: alguna expresión latina que, aparentemente, nos hace quedar de cultos. El problema es que, más a menudo de lo que resultaría óptimo, estas expresiones latinas se emplean mal, ya porque no encajan en el contexto, ya porque se escriben o pronuncian mal.
Echaremos un vistazo a ‘in medias res’, ‘grosso modo’, ‘contra naturam’, ‘motu proprio’, «el quid de la cuestión», ‘quid pro quo’ y ‘dixi’.
¿Por qué la zeta es la última letra del abecedario?
La zeta es el equivalente latino a la dseta griega. En ambos idiomas, esta letra representaba el sonido [ts] o [dz] . En el alfabeto griego, la dseta ocupaba la sexta posición y no la última como lo hace actualmente la zeta. Esto se debe a las reformas ortográficas de Apio Claudio el Censor a finales del siglo IV a. C.