Es probable que alguna vez hayas oído o incluso dicho tú mismo cosas como «a jierro», «la jambre», «estar jarto», etc., es decir, que has aspirado la ‹h›, letra que, como todo el mundo sabe, en español es muda y cuya escritura no es más que respeto a la etimología.
Contenidos sobre faltas de ortografía
Estos son los contenidos publicados hasta ahora en los que se trata o se menciona el tema en cuestión.
El reajuste de las sibilantes
El reajuste de las sibilantes es un revolucionario cambio en la fonología del español, del que derivan la distinción de ‹z› y ‹s› —que dista de lo esperable—, el seseo —que llegó a tiempo para extenderse a las Islas Canarias y a América— y el sonido de la jota —que explica la ortografía de ‹México›—.
¿Por qué a los lingüistas nos gustan las faltas de ortografía?
Responderemos a una pregunta quizá chocante: ¿cuál es la utilidad de las faltas de ortografía? ¿Por qué a los lingüistas nos gustan estos errores? Las faltas de ortografía dan mucho más de sí que simplemente decir que algo está mal de acuerdo a unas normas artificiales que podrían ser más eficientes.
Historia del yeísmo: ¿por qué pronunciamos ‹y› y ‹ll› igual?
El yeísmo es un fenómeno de gran vitalidad que —muy probablemente— llegará a erradicar, en no muchas generaciones, a uno de los relativamente escasos fonemas del español, el fonema /ʎ/, históricamente representado por el dígrafo ‹ll›.
No es tan mala idea hablar del lenguaje SMS en la escuela
En su momento internet ardió (de forma más o menos controlada) con la fotografía que un padre hizo al libro de Lengua de su hija, en el que se enseñaba a escribir en lenguaje SMS. La cuestión es que la fotografía está dando la vuelta por el internet español como muestra de aberración y tontunez, incluso de injustificado buenrollismo entre profesores y alumnos.
Planteémonos varias preguntas. ¿Sigue teniendo sentido el lenguaje SMS? ¿Deberíamos enseñarlo en la escuela?
¿De dónde viene tanta confusión con ‹b› y ‹v› en español?
Veamos la historia de la confusión, realmente milenaria, entre b y v. ¿Se pronuncian igual o diferente en español? Si se pronuncian igual, ¿por qué se escriben diferente? ¿Es más culto, mejor, distinguir estas dos grafías en la pronunciación (así me lo enseñaron en los dictados de la escuela)?