Hoy hablaremos del futuro imperfecto de subjuntivo, ese tiempo olvidado. Si algo nos dejaron los romanos en España —sin contar leyes, costumbres, sociedad y bastantes cosas más—, eso es el latín, que evolucionó hasta nuestro idioma, el español o castellano, una lengua flexible, rica y razonablemente sistemática, simple y lógica —¿no lo son todas, unas más que otras según por dónde las miremos?—.
Contenidos del artículo
Riqueza verbal del español
Paradójicamente, esta enorme riqueza choca con su simpleza cuando nos metemos en el tema de los verbos, ya que, aunque las lenguas romances lograron eliminar cinco declinaciones de a doce casos cada una, el paradigma verbal latino sigue conservándose prácticamente igual de complicado en castellano. Cualquier extranjero que empieza a aprender español se choca contra este inconveniente.
Esto nos permite, por lo general, hablar de forma muy concisa cuando el orden o la cronología es importante en el discurso. «Estaba yo duchándome cuando sonó el timbre» es una frase que requeriría de otros procedimientos en muchos otros idiomas como el árabe o las lenguas eslavas en general.
Boletín de lenguas para linguófilos
Un correo diario con contenidos e historias filológicas y lingüísticas. No es el típico boletín tostón: a los miles de suscriptores actuales les encanta.
(El artículo que estás leyendo no se cierra: no perderás la posición de lectura, así que apúntate al boletín ahora mismo y enseguida podrás seguir leyendo).
El futuro imperfecto de subjuntivo
Sin embargo, hay un tiempo verbal que ha caído en el olvido; cuando lo leemos, y más aún cuando lo oímos, quizá incluso creamos que ha sido un error. Pero no. Hablo del futuro imperfecto de subjuntivo.
Un breve repaso, para los más despistados:
Yo amare
Tú amares
Él amare
Nosotros amáremos
Vosotros amareis
Ellos amaren
Es posible que ni te suene. Si cito, por ejemplo, «adonde fueres, haz lo que vieres», seguro que ya caes. El problema para este tiempo verbal ha sido la tendencia a la simplificación y la economía natural del lenguaje, ya que, por norma general, se puede expresar lo mismo con otros tiempos existentes y de uso más extendido.
(1) Adonde fueres, haz lo que vieres.
(2) Adonde vayas, haz lo que veas.
Sin embargo, el futuro del subjuntivo denota un grado de incertidumbre e improbabilidad que solo él expresa. Veamos un ejemplo muy claro e ilustrativo de la Ley Orgánica del Código Penal de 1995 (artículo 485.1):
(3) El que matare al rey […] será castigado […].
El uso del futuro imperfecto de subjuntivo aquí es perfectamente correcto, ya que trata sobre la posibilidad remota, no forzosa, de que alguien mate al rey. Si fuera
(4) El que mate al rey […] será castigado […].
se estaría dando por hecho que el rey va a ser asesinado tarde o temprano, cosa que no es cierta.
Historia del futuro imperfecto de subjuntivo
Entre el latín y el español (y las lenguas romances en general) hubo diversos cambios morfosintácticos en el sistema verbal, como el del pretérito pluscuamperfecto de indicativo latino, que se convirtió en imperfecto de subjuntivo: cantā(ve)ram > «cantara».
Leyendas medievales 🎙️ el pódcast
Suscríbete gratis en tu plataforma favorita para descargar los nuevos episodios en cuanto se publiquen.
Beowulf, Roncesvalles, Guillermo Tell, Robin Hood…
Entre estos deslizamientos temporales-modales se encuentra uno relacionado, el del pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo latino, que también se convirtió en imperfecto de subjuntivo: cantā(vi)ssem > «cantase». De aquí viene, pues, la doble terminación del imperfecto de subjuntivo en español, ‑ra/‑se.
Curiosamente, el latín tenía un imperfecto de subjuntivo originario, suplantado ya en español medieval tanto por el modelo de «cantara» como por el de «cantase». Esta forma bien podría haber evolucionado verosímilmente así: cantārēm (imperfecto de subjuntivo) > «cantare» (futuro de subjuntivo). Pero lo cierto es que el futuro de subjuntivo no proviene del imperfecto de subjuntivo latino.
Origen latino del futuro de subjuntivo español
El origen está, realmente, en dos tiempos cuyos paradigmas ya eran muy similares en el propio latín: el futuro perfecto de indicativo (p. ej. cantāverō) y el pretérito perfecto de subjuntivo (p. ej. cantāverim). Tras diversas evoluciones, ambos paradigmas terminaron de converger en uno solo ya en el español medieval, dando con el futuro de subjuntivo: cantā(ve)ro ~ cantā(ve)rim > «cantare».
Podemos decir que este tiempo estaba abocado a la desaparición desde bien temprano, pues apenas disponía de funciones exclusivas; dicho de otra forma: por lo general, era intercambiable por otros tiempos, incluso por el llano presente de indicativo (6). Veámoslo con unos versos (687 y 632) del Poema de mio Cid:
(5) si venciéremos la batalla, creçremos en rictad
(6) si non das consejo, a Teca e a Terrer perderás
El ámbito en el que parecía reinar en exclusiva era en el de las oraciones de relativo con antecedente indefinido con orientación hacia el futuro, donde, efectivamente, se refería a futuras situaciones hipotéticas, como vimos en los ejemplos (1) y (3). Incluso con esta función, el futuro de subjuntivo entró ya en franca decadencia en fecha tan temprana como el siglo XVII.
Los cursos de latín y griego antiguo desde cero incluyen todas las explicaciones gramaticales que puedas necesitar. No es un simple manual de gramática: son contenidos organizados lógica y gradualmente y explicados en vídeo. Lo mejor de los cursos es la enorme cantidad de prácticas graduadas de análisis, traducción, declinación, conjugación, etc. ¡Infórmate!
Uso actual del futuro imperfecto de subjuntivo
El futuro de subjuntivo parece seguir dando sus postreros coletazos en este último uso, siempre restringido al dominio del derecho.
Además, dice la RAE en su Nueva gramática de la lengua española que el futuro imperfecto de subjuntivo sigue empleándose en zonas rurales de las islas Canarias y del Caribe.
Histori(et)as de griegos y romanos 🎙️ el pódcast
Breves historias, historietas y anécdotas de griegos y romanos y el mundo clásico y antiguo en general.
La forma más fácil y amena de aprender sobre la Antigüedad clásica.
El infinitivo personal en gallego y portugués
Entre los más plurilingües e interesados por estas cuestiones, a veces sale la existencia del llamado infinitivo personal (infinitivo pessoal) o infinitivo flexionado en nuestras lenguas hermanas, el gallego y el portugués. Como su propio nombre indica, es este un infinitivo que se conjuga y que resulta ser morfológicamente idéntico al futuro de subjuntivo gallego y portugués:
gallego
cantar
cantares
cantar
cantarmos
cantardes
cantaren
portugués
cantar
cantares
cantar
cantarmos
cantardes
cantarem
Como esto no es un blog de gramática histórica del gallego o del portugués y yo mismo no estoy muy al tanto de la cuestión —de hecho, ni los especialistas parecen estar de acuerdo—, no me extenderé más allá de lo que creo necesario.
No parece estar muy claro si el infinitivo personal procede del futuro del subjuntivo, o si este de aquel, o si son formaciones de origen diferente que acabaron mezclándose morfológicamente —mas no sintácticamente—. Como ocurre además que las personas 1.ª y 3.ª del singular son idénticas al infinitivo normal, a veces no está claro si se está usando una construcción de futuro de subjuntivo, una de infinitivo flexionado o una de infinitivo normal.
Solo por darle algo de emoción al asunto, me despido dejando abierta la posibilidad de que el infinitivo flexionado sea la forma del gallego y del portugués de lidiar con las oraciones de infinitivo latinizante.
¡Por cierto! Puedes seguir aprendiendo y disfrutando en mi boletín diario: cada día envío un correo donde comparto artículos, recursos, vídeos, pensamientos y reflexiones, todo relacionado con la filología, la lingüística... en fin, todo eso que nos gusta a ti y a mí. Es gratis, pero solo para auténticos linguófilos.