La etimología del verbo «trabajar» y el sustantivo «trabajo» ha sido bastante discutida. La teoría más extendida es la que sostiene que deriva de un instrumento de tortura formado por tres palos, de donde los étimos tripaliare y tripaliu.
Esta es la versión que apoya Corominas con una documentación bastante consistente, mientras que personajes como Cortez la toman precisamente como un ejemplo de que las etimologías oficiales son un invento.
Investigar la etimología de «trabajo» y «trabajar» pasa por ver, al menos, la información relativa a la evolución fonética misma de las palabras, así como el cambio semántico desde ‘torturar (con un instrumento de tres palos)’ hasta el significado actual de ‘trabajar’; además, habrá que ver, más allá de las hipótesis, la documentación que hay respecto a la palabra en los textos más antiguos.
Boletín de lenguas para linguófilos
Un correo diario con contenidos e historias filológicas y lingüísticas. No es el típico boletín tostón: a los miles de suscriptores actuales les encanta.
(El artículo que estás leyendo no se cierra: no perderás la posición de lectura, así que apúntate al boletín ahora mismo y enseguida podrás seguir leyendo).
La evolución fonética de tripaliu hasta «trabajo» se sostiene perfectamente desde un punto de vista lingüístico, por lo que solo nos queda ver qué encontramos en los textos antiguos y si es verosímil semejante cambio semántico.
Documentación
En los textos latinos antiguos no hay constancia ninguna de tripalium. Sin embargo, sí encuentro en Varrón (siglo I a. C.) la siguiente cita:
Quid? Tu non vides in vineis, quod tria pala habeant, tripales dici?
¿Qué? ¿Tú no ves en las viñas que, si tienen tres palos, se llaman ‘tripales’?
Varrón, Menipeas 179.2
Esto, por sí mismo, no parece validar nada respecto a un instrumento de tortura (si bien es cierto que, casualmente, los centuriones solían usar una vara de vid como bastón de mando, que hacía las veces de fusta para disciplinar a los soldados).
Según recoge Corominas, la primera documentación de que se tiene noticia es en el texto de los Concilios de Auxerre y de Macon, del siglo VI d. C., donde aparecería la forma cuasiculta trepalium; más concretamente, tenemos una glosa del siglo XI al mencionado texto:
trepalio vel puteal est locus in quo rei verberantur
el ‘trepalio’ o brocal es el lugar en el que los reos son azotados
Luego, la palabra derivada aparece en todos los romances desde bien antiguo. En el caso del español, según recoge Corominas, la primera documentación está en Berceo (siglo XIII), quien usa la palabra frecuentemente con el significado de ‘esforzarse‘ o ‘procurar (algo)’.
Evolución semántica
En francés, en la primera mitad del siglo XII, frecuentemente aparecen significados más afines a la etimología: ‘tormento’, ‘fatiga, esfuerzo soportado’; traval d’enfant ‘dolores del parto’.
Pese a lo que diga gente sin apenas conocimientos lingüísticos, la evolución semántica es totalmente lógica, esperable y se da en muchas otras lenguas, donde palabras referentes al trabajo y al trabajar significaban, originariamente, cosas relacionadas con la esclavitud, el esfuerzo desagradable, la tortura…
Sin ir más lejos, podemos irnos al griego. En el griego antiguo, el verbo δουλεύω significaba ‘ser esclavo’, y el sustantivo δοῦλος significaba ‘esclavo’. En griego moderno, el verbo ‘trabajar’ es, tal cual, δουλεύω, y al trabajo ‘oficio’ se le dice δουλειά.
Leyendas medievales 🎙️ el pódcast
Suscríbete gratis en tu plataforma favorita para descargar los nuevos episodios en cuanto se publiquen.
Beowulf, Roncesvalles, Guillermo Tell, Robin Hood…
Otro ejemplo de los innumerables que pueden darse lo tenemos en muchas lenguas eslavas (p. ej. el polaco). El sustantivo praca ‘trabajo’ y el verbo pracować ‘trabajar’ parecen provenir de un protoeslavo *pertei relacionado con palabras que significan ‘apalear’, ‘golpear’, ‘pelearse’, ‘disputar’…
Volviendo al español, todavía en el Siglo de Oro se usan las palabras con el significado más marcado, por ejemplo, los Trabajos de Persiles y Sigismunda de Cervantes; compárese a cuando hablamos de los trabajos de Hércules, donde deben entenderse los trabajos como pruebas trabajosas y penosas (no en vano los latinos hablaban de labores Herculis para traducir ἄθλοι τοῦ Ἡρακλέους, siendo ἆθλος una competición guerrera o deportiva que ya en griego podía llegar a significar ‘conflicto, lucha, experiencia dura’).