La etimología de «subasta» es una de esas con su histori(et)a, que hunde las raíces en una costumbre romana, hasta el punto de que cualquiera con algo de experiencia en el mundo de la etimología ha de entrecerrar los ojos por la sospecha razonable de que se trate de una etimología popular.
Veamos en cierta profundidad qué hay de real en la etimología de «subasta» desde el latín sub hasta ‘bajo la lanza’.
Investigación preliminar
El primer paso, al alcance de cualquiera, es consultar la entrada correspondiente del DLE:
Del lat. sub hasta ‘bajo la lanza’, porque la venta del botín cogido en la guerra se anunciaba con una lanza.
Diccionario de la lengua española
Aunque el DLE no da en el blanco el 100 % de las veces, de primeras hemos de fiarnos lo suficientemente de su autoridad como para aceptar que, efectivamente, «subasta» proviene del latín sub hasta ‘bajo la lanza’.
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Corominas
Antes de acudir a las fuentes latinas, siempre que se pueda es buena costumbre consultar el Diccionario etimológico de Corominas (y Pascual). Al buscar «subasta», a uno lo remiten a «asta» (que es como se escribe en español el latín hasta).
Una vez aquí, la información sobre «subastar» es escasa:
[…] tomado de subhastare […] derivado de la frase sub hasta vendere […], porque una asta o pica, como símbolo de la propiedad pública, se hincaba ante el lugar de venta de los bienes de los deudores del fisco; subasta, antes subastación.
Diccionario etimológico
Corominas indica que la palabra aparece en el diccionario académico en el siglo XIX (según puedo ver, en 1803, concretamente).
Vemos que la historieta de la etimología difiere algo respecto a la que ofrece el DLE. No es fácil determinar si primero fue la práctica de subastar el botín de guerra o los bienes confiscados (aunque ciertamente no me parece un factor determinante).
Fuentes latinas
En una consulta rápida en el PHI encontramos tan solo diez resultados de #sub hasta#, suficientes como para entender que el sintagma se daba, pero sorprendentemente pocas en general (más aún si tenemos en cuenta que siete resultados son de un mismo autor, Tito Livio).
Por supuesto, esto se explica porque la expresión que vendría a ser algo como vender en subasta bajo la lanza no era fija, siempre sub hasta; por el contrario, se pueden encontrar muchos ejemplos de referencias a la práctica que no incluyen tal cual sub hasta, pero sí la palabra hasta cerca de palabras de significados como ‘poner’. Lo veremos.
No siempre que aparece un sintagma o un resultado en un corpus podemos darlo directamente por bueno (p. ej., podría aparecer algo como que había un perro durmiendo bajo una lanza), sino que hay que atender al contexto.
Efectivamente, los resultados aparecen en contextos relativos a ventas/subastas, es decir, junto a formas del verbo vendo y otras palabras relacionadas como venumdo, venalis, e incluso el verbo venio ‘venir’, que en este contexto sería equivalente.
tum abici passim arma ac dedi hostes coepti, castrisque et his captis, hostes praeter senatores omnes uenum dati sunt. praedae pars sua cognoscentibus Latinis atque Hernicis reddita, partem sub hasta dictator uendidit; praepositoque consule castris, ipse triumphans inuectus urbem dictatura se abdicauit.
Entonces los enemigos empezaron en todas direcciones a arrojar las armas y a rendirse y, tomado también su campamento, todos los enemigos fueron puestos en venta, excepto los senadores. Parte del botín fue devuelto a los latinos y hérnicos cuando reclamaron sus bienes; el resto, el dictador lo vendió en subasta; y el cónsul, investido con el mando del campamento, él mismo, entrando triunfante en la ciudad, renunció a su dictadura.
Tito Livio, Ab urbe condita 4.29
et ex Hirpinis oppida tria, quae a populo Romano defecerant ui recepta per M. Ualerium praetorem, Uercellium, Uescellium, Sicilinum, et auctores defectionis securi percussi. supra quinque milia captiuorum sub hasta uenierunt; praeda alia militi concessa, exercitusque Luceriam
reductus.Tres ciudades pertenecientes a los hirpinos, que se habían rebelado contra los romanos, fueron recuperadas por la fuerza por el pretor Marco Valerio, Vercelio, Vescelio y Sicilino; los autores de la revuelta fueron decapitados. Más de cinco mil prisioneros fueron vendidos en subasta; habiendo sido entregado el resto del botín a los soldados, el ejército marchó de regreso a Luceria.
Tito Livio, Ab urbe condita, 23.37
Según estos ejemplos y otros, parece que efectivamente existía la práctica de subastar el botín de guerra (fuera este consistente en objetos o esclavos), al menos en época más antigua.
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Es posible que a partir de esa práctica con los enemigos extranjeros se extendiera a los propios ciudadanos romanos.
Ergo in illo secuta est honestam causam non honesta victoria. Est enim ausus dicere hasta posita, cum bona in foro venderet et bonorum virorum et locupletium et certe civium, praedam se suam vendere. Secutus est, qui in causa impia, victoria etiam foediore, non singulorum civium bona publicaret, sed universas provincias regionesque uno calamitatis iure comprehenderet.
En el caso [de Sila], a una causa justa la siguió una victoria injusta, pues, cuando había puesto su lanza y estaba vendiendo en el foro la propiedad de hombres que eran patriotas y hombres de riqueza y ciertamente ciudadanos romanos, tuvo el descaro de decir que «estaba vendiendo su propio botín». Después de él vino otro que, por una causa impía, hizo un uso aún más vergonzoso de la victoria, pues no se limitó a confiscar los bienes de ciudadanos individuales, sino que incluyó provincias y regiones enteras en una misma ruina.
Cicerón, De officiis 2.27
Su rastro en español
Ya vimos que la palabra se incluyó en el diccionario académico tan tarde como en el siglo XIX. En el CORDE, el ejemplo más antiguo de «subastación» es de 1733 (aunque como subastaçion hay un puñado de ejemplos del siglo XV); de «subasta», el primer ejemplo es de 1759; de «subastar», de 1880.
Sin duda, no se trata de una palabra patrimonial en castellano. Hasta donde he podido investigar, es posible que entrara desde el catalán (como catalanismo o como cultismo por intermediación del catalán, donde a su vez es cultismo); en esta lengua, subhasta(ció) se documenta (como subastació, sin hache) desde finales del siglo XIV.
Desde principios del siglo XIV hay testimonios en italiano de expresiones como vendere sotto (l’)asta y vendere all’asta; esta última sigue siendo de uso.
Como curiosidad, también se registra en inglés subhastation en 1713. Sin embargo, la palabra de uso común es auction, procedente igualmente del latín auctio, derivada del verbo augeo ‘aumentar’ (porque el precio va aumentando); palabras relacionadas son «auge» y el propio verbo «aumentar» < augmentare.
Conclusión y últimas palabras
No parece haber duda de que «subasta» sí procede del latín sub hasta por las razones mencionadas por el DLE y Corominas.
Pese a lo que pueda leerse por ahí, las citas de Tito Livio parecen confirmar que sí que existía la costumbre de subastar los despojos del enemigo y «anunciarlo» con la lanza clavada, y que esa costumbre posiblemente era anterior a la de subastar los bienes confiscados a los propios ciudadanos romanos.
Por otra parte, es posible que Tito Livio esté describiendo algo del pasado con costumbres de su época, algo a lo que recurre en sus escritos con relativa frecuencia. Para dilucidar si las subastas bajo lanza se hacían solo con los bienes confiscados o también se había hecho desde antes con el botín de guerra, habría que detenerse a mirar en bastante mayor detalle no solo los propios textos antiguos, sino posiblemente otras fuentes extralingüísticas. En cualquier caso, eso entra más en terreno histórico que filológico.