El latín multum ha dejado en español dos descendientes: el adjetivo-pronombre indefinido o adverbio «mucho» y el adverbio «muy».
Sin embargo, en otras lenguas romances ambas formas tienen un mismo resultado, como el italiamo molto, el catalán molt o el portugués muito, mientras que otras tienen una doble evolución análoga a la del español, como el asturiano muncho y mui.
Explicación del doble resultado
Partiendo de una forma romance molto, el portugués y el castellano llegan a muito por vocalización de la l implosiva y cierre de o en u causado por la inflexión de esa nueva yod.
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Desde esta forma muito, conservada tal cual en portugués, el castellano tiene dos evoluciones diferentes según diversos factores, que en la actualidad vemos de forma bastante estable según la clase de palabra:
- «mucho» como adjetivo/pronombre indefinido masculino/neutro singular o como adverbio indefinido
- «muy» como adverbio proclítico
La yod, además de inflexionar la vocal, también palataliza la t transformándola en ch (tras lo cual la yod es absorbida): muito > muicho > mucho. Este es el resultado más esperable, por lo que hay que explicar el otro.
En posición proclítica —por tanto, átona—, la ‑o final se apocopaba, por lo que podían aparecer dos variantes:
- much + vocal: much alto, much onrrado
- muit > mui, muy + consonante: muit grant honor, mui grande, muy grandes
Esta variación contextual, que en la propia Edad Media era ya inestable (muit, mui, muy podían aparecer en el contexto mui alto, e incluso pueden aparecer casos como muy grandes & mucho onrrados), terminará por desaparecer en favor de la solución muy.
Por tanto, el resultado actual es:
- «muy» como adverbio ante adjetivos o adverbios (p. ej. «muy bueno», «muy bien»)
- «mucho» en todos los demás casos
Cuando no esperamos «mucho»
En la mayoría de variedades del español aparece «mucho» cuando todo parecería indicar que deberíamos tener «muy». Para verlo más fácil, veamos ejemplos bilingües con inglés (donde much = «mucho» y very = «muy»):
I don’t eat much bread.
No como mucho pan.
I’m very happy.
Estoy muy feliz.
Sin embargo, veamos un par de ejemplos donde el español rompe esta correspondencia:
—Did you find it interesting?
—Very!—¿Te pareció interesante?
—¡Mucho!
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Beowulf, Roncesvalles, Guillermo Tell, Robin Hood…
—Are you tired?
—Very!—¿Estás cansada?
—¡Mucho!
En estos casos vemos que en español perdura la distribución original no por tipo de palabra, sino por posición y tonicidad. Si hiciéramos hincapié repitiendo el adjetivo, tendríamos las siguientes respuestas:
—¿Te pareció interesante?
—¡(Me pareció) muy interesante!
—¿Estás cansada?
—¡(Estoy) muy cansada!